¿Cuántas veces te ha pasado que aunque tienes mucho trabajo te cuesta muchísimo trabajo comenzar a realizarlo? O que sabes que tienes que hacer ciertas cosas, pero te quedaste horas viendo redes sociales, a esto Steven Presfield en su libro “Turning pro” y “The war of art” le llama la resistencia.
La resistencia es la culpable de la procrastinación
Para entender un poco más este fenómeno hay que entender nuestro cerebro, este tiene millones de años de evolución en el cual su mayor propósito es sobrevivir.
Y para sobrevivir busca la manera de ser muy eficiente con nuestro cuerpo y con nuestro consumo de energía.
Así que nuestro cerebro primitivo es el culpable de que prefiramos hacer cosas que no nos consuman energía a hacer trabajos que sí lo hacen.
Entonces crea una barrera, una voz mental que te dice, “descansa” “ahorra energía” “hay que ver un capítulo más” “hay que dormir 5 minutitos más”
Esto es a lo que Steven llamo la resistencia, esa parte del cerebro que nos impide ejecutar lo que debemos efectuar.
¿Y cómo se vence la resistencia?
Imagina la resistencia como si fuera un cohete a punto de despegar, al querer despegar consume muchísimo combustible en la explosión que lo hace despegar, pero una vez en el cielo avanza mucho más rápido gracias a la inercia.
El combustible que necesitamos quemar para poder vencer la resistencia se llama disciplina.
Es interesante pensar que la disciplina tiene un límite, igual que el combustible del cohete, el arrancar una tarea entre más compleja sea más disciplina requiere, pero una vez que iniciamos es fácil continuar, agarramos inercia.
Por eso debemos ser muy inteligentes en las cosas donde la implementamos.
Conforme más repetimos el uso de esta disciplina en una tarea específica, necesitaremos menos de esta para vencer la resistencia, y esta tarea se convierte en un hábito.
Cuando una tarea se vuelve hábito, requiere un mínimo de disciplina para hacerla.
Según BJ Fogg en su libro hábitos mínimos existen 3 cosas que nos pueden ayudar a vencer la resistencia.
Motivación, es el porqué vas a realizar esa tarea.
Capacidad, cuando tenemos la capacidad para realizar esa tarea es más fácil vencer la resistencia
Estimulo, es el premio que recibirás al terminar la tarea, ya sea el cobro, una recompensa o algún premio.
Conviértete en un pro.
En el libro de Steven Presfield turning pro cuenta que la diferencia entre un amateur y un profesional es que el profesional hace el trabajo sin importar la resistencia.
No es sobre talento, y calidad es sobre hacer lo que debes hacer.
Si vas a escribir un libro, te pones a escribir de 9 a 12 cada día sin excusas.
Un amateur escribirá en un rato libre, cuando le llegue la inspiracion, o cuando se acomoden las estrellas.
Si tu tarea es hacer ejercicio
Si vas a diseñar un proyecto, te pones a diseñar de 9 am a 6 pm, sin excusas, línea tras línea, anteproyecto sobre anteproyecto, hasta obtener el resultado.
El esperar la musa, la falta de inspiracion o la falta de tiempo, es la resistencia trabajando en tu mente, dándote la excusa para no hacer tu trabajo.
Vencer la resistencia.
En pocas palabras, la resistencia es todo aquello que nos impide realizar lo que tenemos que hacer, puede ser interna o externa.
La resistencia no es fácil de vencer, y no siempre podemos ganar, pero con mucho trabajo de introspección y disciplina, podrás encontrar la motivacion, la capacidad y los estímulos que te ayuden a afrontarlo.
Entre más repitas este trabajo cada vez requerirá menos disciplina para llevarla a cabo hasta que al final se convierta en un hábito.
Y cuando este pase dejaras de ser un amateur y te convertirás en un Pro.
Espero que te pareciera interesante esta reflexión y te invito a suscribirte al boletín donde te comparto muchas estrategias para que te conviertas en un pro.
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